martes, 29 de junio de 2010

Este libro vale un cadáver


Lillo fue un descubrimiento. Sus dos libros de cuentos hicieron que cambiara mi perspectiva de la literatura nacional contemporánea. Lillo vino a devolverme la fe en el escritor chileno, esa que se fue cuando la ignorancia y la inquietud me llevo a leer a Jara y su bodrio Quemar un Pueblo. Lillo viene está llamado a convertirse en punta de lanza de la nueva ola literario nacional.

Este libro vale un cadáver es la primera novela publicada por el hombre de Niebla, antes nos había deleitado con El fumador y otros relatos y Gente que baila sola, comentados con anterioridad en este blog. Nuevamente bajo la casa Modadori, Lillo nos sorprende con una historia corta, pero contundente, con un lenguaje a veces frio a veces brutal. De a momentos es suave y en otros es un mazazo generoso que destruye la psiquis más estable. Este libro vale un cadáver comienza con policías visitando a un hombre, -su hijo se ha suicidado, si ese no es un comienzo brutal, entonces no sé muy bien que se entiende por brutal. Luego del trauma, este padre se dedica a recorrer su historia, su entorno, trata de entender porque su único hijo tomó una decisión tan radical. El transcurso de la novela nos devela varias situaciones que en las primeras páginas no podemos conocer, por ejemplo, quien es este hombre y quien era este hijo, donde está su madre, como es que los familiares se relacionan con la peculiar familia. Este libro vale un cadáver es una historia cruda, que refleja el lado más extremo de la personalidad humana, la frialdad por opción, decidir no sentir y sobrellevar las instancias complejas, sin expresión ni aparente sufrimiento. Lillo nos entrega una historia llena de diálogos inteligentes y profundos, en los que se desenvuelven los matices que deben ser conocidos para entender los sentidos e intenciones que se encuentran en el libro.

En lo personal, creo que los cuentos de Lillo superan a Este libro vale un cadáver, ya que la fuerza que expresa Lillo en su obra es demasiado intensa para ser plasmadas en muchas páginas, pero esto no quiere decir que estemos frente a una novela menor, Este libro vale un cadáver debe ser de lo mejor que se ha publicado en el 2010. Si quisiéramos ser quisquillosos y buscar un defecto, podría decir que una de sus virtudes, también puede ser una de sus debilidades, los diálogos. Estos son muy profundos, muy complejos, tanto, que a veces parecieran ser un poco artificiales, o en el peor de los casos, dichos por un solo personaje, que se repite y habla consigo. Pero lo que en otro libro podría ser algo terrible, en esta novela no se transforma en un problema, es el estilo de Lillo, y es lo que lo hace tan único.

Este libro vale un cadáver lo recomiendo a quienes buscan buena literatura, potente, de esa que deja un gustillo a clásico, no es una novela ligera, a veces puede ser muy dura, por lo que creo que hay que estar bien emocionalmente para enfrentarla. En todo caso, el hecho que sea una novela corta, permite que alguien que este adentrándose en los buenos libros, la lea y no se espante. En pocas palabras, si quiere leer, y no se le ocurre que, pues valla a su librería amiga y compre Este libro vale un cadáver, no se arrepentirá.

Aquí lo encuentran

miércoles, 23 de junio de 2010

lunes, 7 de junio de 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Tres nombres para Catalina. Catrala


Hace un tiempo que me obsesionan las leyendas chilenas, las historias fantásticas y los mundos mágicos. Por este motivo, cuando supe que existía una novela sobre nuestra querida Quintrala, corrí a la librería regalona y la busqué. La sorpresa grande fue que no era una sola novela, sino que dos de una trilogía por completarse y un spin off de esta, en total tres libros enormes y uno más por salir. Haciendo gala de mi consumismo, compre los tres libros (nada baratos) y me lancé de cabeza a la lectura del primer tomo, Tres nombres para Catalina, Catrala, de Gustavo Frías.

Catrala es una novela donde se cuenta la primera etapa de la vida de la Quintrala. Muchos ambientes coloniales, romances juveniles, complejas relaciones con el entorno y con los mayores, admiración, miedo, falta de lasos, más o menos todo lo que le pasa al adolecente común y corriente. Es una novela donde los juegos de identidad están presentes, Catalina no sabe a dónde pertenece, está definiendo su sexualidad (¡Oh! la experimentación), su género, su origen. La sangre alemana, española y por sobretodo mapuche, tres colores que caracterizan a la colorina joven, un padre autoritario, violento, una abuela española y una abuela nativa, cacica de Tobalaba.

Eso sobre la historia de la novela, ahora sobre el autor, Gustavo Frías. Gustavo Frías es ni más ni menos que el guionista de la película chilena Julio comienza en Julio, cinta donde vemos a una jovencísima y desnuda Schlomit Baytelman, película profusamente galardonada. Frías no es un aparecido en el arte y se nota, Catrala es una novela muy bien escrita, con un lenguaje muy rico y muy bien relatado, sus problemas pasan por otro lado.

Cuando supe de la existencia de esta novela, lo primero que se me vino a la cabeza fue la tórrida historia de nuestra malvada, pero exquisita, Quintrala, quería encontrarme con brujería, con crímenes, con situaciones fantásticas y mágicas, pero nada de eso apareció en Catrala. Esta es más bien una novela histórica, de época, con mucha manifestación de protocolo, de tradición, de orígenes, de antiguas calles y típicas costumbres. Entre medio de las descripciones históricas, nos topamos con los amoríos ardientes de esta joven Catalina (sí, hay acción mujer/mujer). Pero ¿Y la magia? ¿Dónde está la magia? En ninguna parte. Catrala no es una mala novela, pero si lo que usted busca es lo que le da condimento a la leyenda de la Quintrala, olvídelo, aquí no lo va encontrar.

Catrala es la primera parte de una trilogía, lo que debería invitarme a leer el resto de la historia, pero la sensación que me invadió varias veces no fue de entusiasmo, sino que de pensar que la historia podría haber sido condensada perfectamente en un solo libro. En Catrala nos encontramos con una enormidad de paginas sin mayor aporte a la trama (bien escritas, pero inútiles), muchas descripciones, que para el amante de las novelas históricas, sería el éctasis, pero para el lector de literatura fantástica, no son más que una aguda tortura. Fácilmente, podrían haber editado unas 100 o 150 páginas, pero que le vamos a hacer, la novela ya esta publicada así.

¿Recomendaciones? Si le gusta la novela histórica, y le da lo mismo leer sobre una legión romana, un emperador egipcio y una mujer endemoniada chilena, pues adelante, Catrala está muy bien escrito y en sí, no es una mala novela. Si lo que busca, en cambio, es la historia de nuestra sanguinaria Quintrala, mejor búsquese por Internet los capítulos de la serie protagonizada por Raquel Argandoña, no se arrepentirá.


Aquí lo encuentra

miércoles, 2 de junio de 2010

Algunos Libros Podcast 1

El primer capitulo del Podcast Algunos Libros, escuchalo aquí