miércoles, 14 de julio de 2010

sábado, 3 de julio de 2010

martes, 29 de junio de 2010

Este libro vale un cadáver


Lillo fue un descubrimiento. Sus dos libros de cuentos hicieron que cambiara mi perspectiva de la literatura nacional contemporánea. Lillo vino a devolverme la fe en el escritor chileno, esa que se fue cuando la ignorancia y la inquietud me llevo a leer a Jara y su bodrio Quemar un Pueblo. Lillo viene está llamado a convertirse en punta de lanza de la nueva ola literario nacional.

Este libro vale un cadáver es la primera novela publicada por el hombre de Niebla, antes nos había deleitado con El fumador y otros relatos y Gente que baila sola, comentados con anterioridad en este blog. Nuevamente bajo la casa Modadori, Lillo nos sorprende con una historia corta, pero contundente, con un lenguaje a veces frio a veces brutal. De a momentos es suave y en otros es un mazazo generoso que destruye la psiquis más estable. Este libro vale un cadáver comienza con policías visitando a un hombre, -su hijo se ha suicidado, si ese no es un comienzo brutal, entonces no sé muy bien que se entiende por brutal. Luego del trauma, este padre se dedica a recorrer su historia, su entorno, trata de entender porque su único hijo tomó una decisión tan radical. El transcurso de la novela nos devela varias situaciones que en las primeras páginas no podemos conocer, por ejemplo, quien es este hombre y quien era este hijo, donde está su madre, como es que los familiares se relacionan con la peculiar familia. Este libro vale un cadáver es una historia cruda, que refleja el lado más extremo de la personalidad humana, la frialdad por opción, decidir no sentir y sobrellevar las instancias complejas, sin expresión ni aparente sufrimiento. Lillo nos entrega una historia llena de diálogos inteligentes y profundos, en los que se desenvuelven los matices que deben ser conocidos para entender los sentidos e intenciones que se encuentran en el libro.

En lo personal, creo que los cuentos de Lillo superan a Este libro vale un cadáver, ya que la fuerza que expresa Lillo en su obra es demasiado intensa para ser plasmadas en muchas páginas, pero esto no quiere decir que estemos frente a una novela menor, Este libro vale un cadáver debe ser de lo mejor que se ha publicado en el 2010. Si quisiéramos ser quisquillosos y buscar un defecto, podría decir que una de sus virtudes, también puede ser una de sus debilidades, los diálogos. Estos son muy profundos, muy complejos, tanto, que a veces parecieran ser un poco artificiales, o en el peor de los casos, dichos por un solo personaje, que se repite y habla consigo. Pero lo que en otro libro podría ser algo terrible, en esta novela no se transforma en un problema, es el estilo de Lillo, y es lo que lo hace tan único.

Este libro vale un cadáver lo recomiendo a quienes buscan buena literatura, potente, de esa que deja un gustillo a clásico, no es una novela ligera, a veces puede ser muy dura, por lo que creo que hay que estar bien emocionalmente para enfrentarla. En todo caso, el hecho que sea una novela corta, permite que alguien que este adentrándose en los buenos libros, la lea y no se espante. En pocas palabras, si quiere leer, y no se le ocurre que, pues valla a su librería amiga y compre Este libro vale un cadáver, no se arrepentirá.

Aquí lo encuentran

miércoles, 23 de junio de 2010

lunes, 7 de junio de 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Tres nombres para Catalina. Catrala


Hace un tiempo que me obsesionan las leyendas chilenas, las historias fantásticas y los mundos mágicos. Por este motivo, cuando supe que existía una novela sobre nuestra querida Quintrala, corrí a la librería regalona y la busqué. La sorpresa grande fue que no era una sola novela, sino que dos de una trilogía por completarse y un spin off de esta, en total tres libros enormes y uno más por salir. Haciendo gala de mi consumismo, compre los tres libros (nada baratos) y me lancé de cabeza a la lectura del primer tomo, Tres nombres para Catalina, Catrala, de Gustavo Frías.

Catrala es una novela donde se cuenta la primera etapa de la vida de la Quintrala. Muchos ambientes coloniales, romances juveniles, complejas relaciones con el entorno y con los mayores, admiración, miedo, falta de lasos, más o menos todo lo que le pasa al adolecente común y corriente. Es una novela donde los juegos de identidad están presentes, Catalina no sabe a dónde pertenece, está definiendo su sexualidad (¡Oh! la experimentación), su género, su origen. La sangre alemana, española y por sobretodo mapuche, tres colores que caracterizan a la colorina joven, un padre autoritario, violento, una abuela española y una abuela nativa, cacica de Tobalaba.

Eso sobre la historia de la novela, ahora sobre el autor, Gustavo Frías. Gustavo Frías es ni más ni menos que el guionista de la película chilena Julio comienza en Julio, cinta donde vemos a una jovencísima y desnuda Schlomit Baytelman, película profusamente galardonada. Frías no es un aparecido en el arte y se nota, Catrala es una novela muy bien escrita, con un lenguaje muy rico y muy bien relatado, sus problemas pasan por otro lado.

Cuando supe de la existencia de esta novela, lo primero que se me vino a la cabeza fue la tórrida historia de nuestra malvada, pero exquisita, Quintrala, quería encontrarme con brujería, con crímenes, con situaciones fantásticas y mágicas, pero nada de eso apareció en Catrala. Esta es más bien una novela histórica, de época, con mucha manifestación de protocolo, de tradición, de orígenes, de antiguas calles y típicas costumbres. Entre medio de las descripciones históricas, nos topamos con los amoríos ardientes de esta joven Catalina (sí, hay acción mujer/mujer). Pero ¿Y la magia? ¿Dónde está la magia? En ninguna parte. Catrala no es una mala novela, pero si lo que usted busca es lo que le da condimento a la leyenda de la Quintrala, olvídelo, aquí no lo va encontrar.

Catrala es la primera parte de una trilogía, lo que debería invitarme a leer el resto de la historia, pero la sensación que me invadió varias veces no fue de entusiasmo, sino que de pensar que la historia podría haber sido condensada perfectamente en un solo libro. En Catrala nos encontramos con una enormidad de paginas sin mayor aporte a la trama (bien escritas, pero inútiles), muchas descripciones, que para el amante de las novelas históricas, sería el éctasis, pero para el lector de literatura fantástica, no son más que una aguda tortura. Fácilmente, podrían haber editado unas 100 o 150 páginas, pero que le vamos a hacer, la novela ya esta publicada así.

¿Recomendaciones? Si le gusta la novela histórica, y le da lo mismo leer sobre una legión romana, un emperador egipcio y una mujer endemoniada chilena, pues adelante, Catrala está muy bien escrito y en sí, no es una mala novela. Si lo que busca, en cambio, es la historia de nuestra sanguinaria Quintrala, mejor búsquese por Internet los capítulos de la serie protagonizada por Raquel Argandoña, no se arrepentirá.


Aquí lo encuentra

miércoles, 2 de junio de 2010

Algunos Libros Podcast 1

El primer capitulo del Podcast Algunos Libros, escuchalo aquí

domingo, 23 de mayo de 2010

Bosque Quemado


Una de las técnicas que uso para encontrar escritores que no conozco es entrar a la librería y preguntar al vendedor que me recomienda. Le entrego algunos antecedentes o características de lo que busco, por ejemplo que sea chileno (ando en la etapa de leer nacionales), contemporáneo y que sea bueno, por decir algo. De esta forma en la librería Metales Pesados de la moneda me recomendaron un conjunto de libros, Brodsky era parte de esa selección.

Bosque Quemado es la última novela de Roberto Brodsky y la primera que leo de él, las sensaciones son discordantes. Primero a contar más o menos de que se trata. Estamos frente a una narración de redenciones y de reinterpretaciones, es un hijo y un padre, años de historia, militancia, dictadura, exilio, democracia. Bosque Quemado nos habla de casi 40 años en la vida de los protagonistas, narración que refleja la vida de estos dos personajes. Hijo, un escritor en ciernes, que en un comienzo parece derecho al fracaso, para luego de un tiempo poder vivir de sus escritos. Padre, medico exitoso, reconocido docente, con el tiempo lo consumen los años, la vida y el alzhéimer. En la novela vemos la interacción entre estos personajes, hay manifiesto amor y odio, distancia y cercanía. Familia fría e inexistente, quebrada, lo que hace de estos personajes un par de seres desamparados, que el tiempo y las circunstancias transforman en inseparables. La novela no está escrita de manera temporalmente lineal, lo que a veces hace de la lectura un ejercicio complejo, pero que también obliga al lector a estar siempre reordenando los pasos realizados por los protagonistas, por lo que sumando y restando, la forma es un punto importante en Bosque Quemado.

Roberto Brodsky es un gran escritor, me sorprendió la calidad de su narrativa, muy pulcra, muy completa. Esta característica invita a estar pendiente de el resto de su obra, encontrar escritores con el don de Brodsky es una suerte, por lo que el problema de Bosque Quemado no pasa por el lenguaje y el estilo, pasa por la historia contada. El exilio, la familia interrumpida, incompleta, las relaciones pobres y simplistas, ya son temáticas demasiado explotadas, no queda más que la reinvención. Poner el alzhéimer no es reinventar, solo agregar un factor más. Pareciera que siempre está faltando algo, pareciera que en la siguiente página la historia explota y estamos frente a una joya, pero así nos quedamos hasta el último momento, terminando de golpe. En el fondo, es una historia bien contada, pero sosa, sin medula, con falta de contenido, de análisis, de conflicto, pareciera que falta amor del autor por sus personajes, por su novela.

No voy a decir que Bosque Quemado es un mal libro, pero si debo decir que es un libro con problemas. Hay situaciones que parecieran faltar y desarrollo pobre de partes de la historia, falta explotar más la ficción, la crudeza, la relación entre padre e hijo. Brodsky es dueño de una pluma fascinante, pero en Bosque Quemado existe una carencia de novela.

Si busca un poco de literatura nacional que no le dejara indiferente, lea Bosque Quemado, si además de eso está buscando su nuevo escritor de cabecera, o ese reemplazo de José Donoso, busque otra cosa, Brosdky aun no es el hombre.

Aquí esta

sábado, 22 de mayo de 2010

El Roberto y la Julia


¿Qué pasa si te digo que hay un libro que tiene sus fundamentos en la obra Romeo y Julieta, pero contextualizada en una población santiaguina, marginal y entre gente de la Universidad de Chile y del Colocolo? Lo primero que a mí se me viene a la mente es, me están describiendo una mugre de libro. Y eso fue lo que pensé cuando me recomendaron El Roberto y la Julia. Pero la persona que me lo recomendaba lo hacía con mucho entusiasmo y le había achuntado con otras joyitas, además me decía que quien escribió este libro era ni más ni menos que Mario Silva, el autor del volumen Los que sobran, comentado con anterioridad en este blog. Suficientes antecedentes para embarcarse en la lectura de esta novela.

El Roberto y la Julia es la historia de dos muchachos de población, colegiales, con proyectos y problemas. El Roberto, hincha del club Colocolo, la Julia hincha del club de la Universidad de Chile, militancias que los convierten en enemigos acérrimos. Las cosas de la vida y de la pobla los juntaron, se conocieron y se gustaron. Todo esto transcurre en la marginalidad de una metrópolis que les da la espalda, donde la pasta base reina y la incapacidad de salir de ella es la tónica. Silva muestra la lucha de estos jóvenes por vencer primero la distancia artificial generada por el futbol, para luego vencer algo más terrible, el peso de la droga y la pobreza. Una historia de amor, que parece imposible, pero que luego de lucha y de sangre, alcanza finales insospechados.

Silva, nuevamente logra mostrar una historia real, con diálogos reales, con pensamientos reales, con personajes reales. No es la caricatura del pobre, no es la imagen de los que creen que saben, Silva conoce muy bien de lo que habla y es magistral al describirlo. Durante la lectura nos vamos dando cuenta que la premisa de hacer una versión poblacional de Romeo y Julieta, es solo el gancho de entrada, ya que la historia se va desarrollando de manera original y autónoma, los personajes son seres libres y no están supeditados al clásico.

La única crítica que le puedo hacer es que extrañé un poco mas de visceralidad, esperaba una lectura más brutal, más cruda y no tanto una historia de amor, que si bien es expuesta en un marco violento y tosco, a momentos se hace un poco meloso y adolecente. Pero esto no quiere decir que no estemos frente a una buena novela, solo es una pequeña espinita que me ha quedado tras la lectura de El Roberto y la Julia.

El Roberto y la Julia es un libro de rápida y dinámica lectura, es de esos textos que a la primera página te conmueven e incentivan a seguir adelante. Un lector entusiasta podrá terminarlo en una tarde, y le aseguro que será una muy agradable experiencia. Si anda buscando historias similares a las se exponen en Los que sobran, le advierto que se encontrara aquí con menos brutalidad, pero sin dejar de ser realista. El Roberto y la Julia es una historia de amor desarrollada entre la basura que ofrece el mundo; con esa descripción, creo que es algo interesante para leer.

Y aquí lo encuentra

Los cafés literarios en Chile


Un regalo de cumpleaños que se convierte en buenos momentos. Con esas palabras puedo referirme a este pequeño e inocente librito. Los cafés literarios en Chile es una amena investigación sobre una tradición que a primera vista, pareciera no existir en nuestro país. Ir a un local, tomarse un café, leer y comentar libros parece algo propio de Buenos Aires, mas no de Santiago, donde todos corren y pareciera que nadie tiene espacio para desmembrar alguna ficción.

Los cafés literarios en Chile es un libro simple, muy documentado, repleto de material grafico sobre la historia de estos locales especializados en cafés, fotos de los locales, de envoltorios de dulces, de cuadros y manifestaciones artísticas inspiradas en el café. En un comienzo nos encontramos con una breve historia de tan estimulante brebaje, para luego dar unas pinceladas de la situación en Latinoamérica y el mundo. Manuel Peña (el autor) nos cuenta de los orígenes del local que vende café, para luego contarnos de la situación en nuestra región. Expone la importancia de locales en Argentina, Colombia, México, etc. Luego de establecer ese pie contextual se vuelca de lleno a ensayar sobre Chile.

Básicamente lo que nos encontramos en este libro es un ejercicio que busca mostrar que en Chile los cafés literarios han existido, han sido protagonistas, y aunque pareciera que están en retirada, no pueden desaparecer de la memoria emotiva del chileno. Recorre la historia, la situación actual, y la existencia y protagonismo de locales en otras ciudades de Chile.

Un libro muy ameno, muy descriptivo, a veces pareciera un guía, otra veces un libro de historia y otras una profunda investigación. Un libro informado, no dejará indiferente al amante de un buen café, un buen libro y una buena conversación sobre este.

Si alguien me pregunta ¿Algo malo del libro? A mi parecer a veces se queda un poco corto con la información, al final se genera una sensación de gusto a poco, se extrañan más anécdotas de los que frecuentaban estos lugares. Pero eso no quita que el libro sea interesante. Es casi como tomarse un expreso simple, siempre dan ganas de tomarse otro.

Aquí se lo toma