lunes, 1 de febrero de 2010

Quemar un Pueblo



Hace días que un libro chileno venía repercutiendo en mi cabeza, luego de escuchar su nombre en el podcast Somos Millones. Busqué comentarios en internet y en todas partes decía que el libro era una maravilla, de lo mejor que se ha escrito en el último tiempo, que su creador es un ser prolífico, capaz de publicar tres libros en un año, y de gran factoría cada uno. Luego de esos antecedentes, era imposible no acercarse a la librería regalona y preguntar por un ejemplar de Quemar un Pueblo de Patricio Jara. Una rápida lectura a la contraportada, como para saber en qué me estaba embarcando y sobre todo, para saber que decían otras personas sobre la obra que tenía en mis manos. Pero algo me llamó la atención, no hay comentarios de nadie en la contraportada, y se utiliza ese espacio solo para explicar rápidamente que se trata de un libro sobre un circo de freaks.

Pues lo compré. Que no tuviera comentarios identificados en la contraportada me llamó la atención y me puso un poco nervioso, afloró sobre mí la sensación de “la embarré”, pero nunca lo iba a saber si no lo leía, así que manos a la obra, aunque ya la cosa se veía extraña.

Antes de explotar, voy a empezar por el análisis más técnico. Quemar un Pueblo es una novela del escritor Patricio Jara (creador de Pratt, libro que ahora no quiero leer), uno de los miembros de esta especie de generación 2000 de la literatura chilena (Baradit, Bisama, Mellado, etc.). De rápida lectura (muy rápida, lo leí literalmente en una tarde) y de lenguaje muy simple, Quemar un Pueblo trata de un tipo que funda un circo de fenómenos que recorre Sudamérica mostrando a estos deformes que con el tiempo han desarrollado ciertas habilidades circenses. Este circo llega a un pueblo entre Tongoy y Los Vilos, pueblo muy conservador y los que les hacen la estadía una miseria, decidiendo el dueño del circo irse, sin antes quemar el pueblo. Entre medio se cuenta la historia de cómo los deformes llegan al circo y como la historia se mezcla con un grupo de esclavos negros y un oso que llega nadando a la playa del pueblo. Esa es toda la novela (en serio, esa es toda la novela).

Ahora la explosión. Sé muy bien que una de las premisas del blog es comentar textos y hacerlo desde el fuero interno, y asumiendo lo subjetivo que puede ser un comentario. No busco generar escuela ni discusión, sino que ofrecer guía a quien desea leer algo interesante, o que por lo menos para mí es interesante. Pero aquí debo hacer a un lado la compostura y dejar la diplomacia y la tolerancia a lo diferente. Quemar un Pueblo es un libro pésimo, debe ser una de las novelas más malas que he leído en años. Hasta el bodrio de Carcuro tiene elementos rescatables (un par de anécdotas).

Quemar un Pueblo es lamentable por varios motivos.

Primero. La extensión. En principio parece una novela muy novedosa, muy atrevida, pero su historia, para que se exponga de una forma total, necesita por lo menos unas 300 páginas más de las que tiene (tiene 142 páginas, que con letra normal podrían ser como 70). Esta historia en la pluma indicada habría sido un hit. Donoso, perfectamente podría haber escrito esto, y transformarlo en su segundo Pájaro, pero no. Jara es mezquino en las páginas, y por lo tanto en la escritura, no hay desarrollo de nada, no hay mayor detención en los personajes, ni de las tramas o situaciones.

Lo segundo lamentable es el lenguaje. Está bien querer no ofrecer un lenguaje hermético, pero no es malo darle cada cierto tiempo al lector un poco de metáfora o frases pensadas. El texto carece casi de meditaciones, de dobles lecturas, o mensajes. Es un libro que no le deja nada al lector, que entrega todo de manera desnuda, no hay retos, por lo que todo se torna muy predecible y monótono. Los diálogos son demasiado simples y la narración se limita a contar lo que no se ve, nada más.

Y lo tercero, y lo que termina de hundir a este libro. La historia. La historia no es tan mala. Recordemos, un grupo de fenómenos de circo que llegan a un pueblo conservador, lo que genera una suerte de pugna entre los líderes del pueblo y el dueño del circo, pugna que termina con el pueblo en llamas, muy simpático, pero el desarrollo de la novela hace de la historia central un absurdo de pies a cabeza, repleto de pasajes que no tienen nada que ver con la historia central, ni siquiera sirven de complementó a la historia de la novela. Hay por lo menos dos o tres personajes que podrían no estar. Pareciera que Jara no quiso hacer la pega de desarrollar un libro en serio, con una historia que permite un gran desarrollo (300 o 400 páginas) y para no hacer esa gran tarea, prefiere contarla de forma bien general y rellenar con una multiplicidad de historias absurdas, que lo único que hacen es usar hojas. Horrible.

Lo sorprendente de todo esto, es que la crítica especializada encuentra que este libro es una maravilla, un gran ejemplo de esta nueva narrativa y bla bla bla. Yo me pregunto, si la edición que yo tengo será una especie de abstracto hecho con Word, y que la novela real está escondida solo para que la lean los expertos.

Finalmente, tengo que decir que enfrentarme a esta Novela fue algo terrible, me hiso sentir que esta todo acabado, que la literatura en Chile está condenada y que no podremos salir nunca de Donoso y los escritores del Boom. Gracias a Dios que descubrí a Marcelo Lillo (Próximamente…).

Quemar un Pueblo se lo recomiendo a… Quemar un Pueblo no lo recomiendo. El único incentivo que veo para leer ese libro, es el de rebatirme o encontrarme a razón. De ante mano le digo, no es mi culpa si lo compró.


Aquí lo encuentra

No hay comentarios: