
¿Qué pasa si te digo que hay un libro que tiene sus fundamentos en la obra Romeo y Julieta, pero contextualizada en una población santiaguina, marginal y entre gente de la Universidad de Chile y del Colocolo? Lo primero que a mí se me viene a la mente es, me están describiendo una mugre de libro. Y eso fue lo que pensé cuando me recomendaron El Roberto y la Julia. Pero la persona que me lo recomendaba lo hacía con mucho entusiasmo y le había achuntado con otras joyitas, además me decía que quien escribió este libro era ni más ni menos que Mario Silva, el autor del volumen Los que sobran, comentado con anterioridad en este blog. Suficientes antecedentes para embarcarse en la lectura de esta novela.
El Roberto y la Julia es la historia de dos muchachos de población, colegiales, con proyectos y problemas. El Roberto, hincha del club Colocolo, la Julia hincha del club de la Universidad de Chile, militancias que los convierten en enemigos acérrimos. Las cosas de la vida y de la pobla los juntaron, se conocieron y se gustaron. Todo esto transcurre en la marginalidad de una metrópolis que les da la espalda, donde la pasta base reina y la incapacidad de salir de ella es la tónica. Silva muestra la lucha de estos jóvenes por vencer primero la distancia artificial generada por el futbol, para luego vencer algo más terrible, el peso de la droga y la pobreza. Una historia de amor, que parece imposible, pero que luego de lucha y de sangre, alcanza finales insospechados.
Silva, nuevamente logra mostrar una historia real, con diálogos reales, con pensamientos reales, con personajes reales. No es la caricatura del pobre, no es la imagen de los que creen que saben, Silva conoce muy bien de lo que habla y es magistral al describirlo. Durante la lectura nos vamos dando cuenta que la premisa de hacer una versión poblacional de Romeo y Julieta, es solo el gancho de entrada, ya que la historia se va desarrollando de manera original y autónoma, los personajes son seres libres y no están supeditados al clásico.
La única crítica que le puedo hacer es que extrañé un poco mas de visceralidad, esperaba una lectura más brutal, más cruda y no tanto una historia de amor, que si bien es expuesta en un marco violento y tosco, a momentos se hace un poco meloso y adolecente. Pero esto no quiere decir que no estemos frente a una buena novela, solo es una pequeña espinita que me ha quedado tras la lectura de El Roberto y la Julia.
El Roberto y la Julia es un libro de rápida y dinámica lectura, es de esos textos que a la primera página te conmueven e incentivan a seguir adelante. Un lector entusiasta podrá terminarlo en una tarde, y le aseguro que será una muy agradable experiencia. Si anda buscando historias similares a las se exponen en Los que sobran, le advierto que se encontrara aquí con menos brutalidad, pero sin dejar de ser realista. El Roberto y la Julia es una historia de amor desarrollada entre la basura que ofrece el mundo; con esa descripción, creo que es algo interesante para leer.
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