martes, 18 de mayo de 2010

Los que sobran


Me he hecho cliente más que frecuente de la librería manantial, ahí me reciben con cariño, me dejan estar mucho tiempo y no me molestan con la pregunta ¿Va comprar algo? Ahí los vendedores saben lo que tienen y son capaces de recomendar buenos libros, una maravilla.

Una de las primeras recomendaciones que me hicieron fue el libro que voy a comentar ahora, Los que sobran. Un libro, dos novelas, premios y más premios, Mario Silva, ex miembro de la fuerza aérea de Chile, escritor completamente autodidacta, viviendo los 50, ofrece en este volumen dos historias que sacadas de la pobreza, parecen vivencias cotidianas, bien escritas y sencillas.

Los que sobran narra dos historias ambientadas en las zonas marginales y periféricas de Santiago, drogas y balaceras. Lugares donde el tráfico y los carteles gobiernan, donde por el solo hecho de nacer ahí, ya tu futuro se define por pistolas y pasta base. Dos historias contadas con tonos de protesta, pero también con algún grado de esperanza. Da gusto leer a Silva, muestra todo, lo bueno y lo malo, los lugares, las personas, no todo es o solo blanco o solo negro, es capaz de ofrecer varias versiones y puntos de vista. Silva es un escritor que respeta y se preocupa por su historia y por sus lectores, hay amor en sus palabras, amor hacia el lector.

En la primera historia (la que más me gustó de las dos) es un paramédico atormentado por un pasado de pandillas, pero que con el tiempo y el esfuerzo logró superar los problemas y enfrentar los fantasmas. La segunda historia es un grupo de jóvenes que planifican la manera de salir de ese infierno poblacional ¿Asalto? ¿Trabajo? ¿Un poco de suerte quizás? En las dos historias, hay salidas, pero también hay grandes obstáculos. Las maneras en que estas historias están enfrentadas son verosímiles, no hay estereotipos, solo carne y hueso.

Algo que a mi parecer es más que destacable es que nunca el lenguaje es caricatura, nunca da la sensación que Silva te está contando algo que no conoce, le da vida a los diálogos, a los pensamientos, da la sensación que es algo que podría escuchar en alguna esquina de la Legua o a la San Gregorio. No es el escritor que juega a escribir como hablan los marginales, es un escritor que aprendió a escribir como hablan los marginales, dándole un toque fantástico de realismo, haciendo que lo narrado sea verdadero y no un distorsionado reflejo.

Los que sobran es una obra amena, de fácil y entretenida lectura. Los que sobran es uno de esos libros de los cuales no puedes desprenderte hasta terminarlo, libros magnéticos, solo es necesario leer un par de páginas para tener que llegar al final. Los que sobran y por sobre todo Silva, han sido un grato descubrimiento, solo espero que las editoriales sigan apostando por él.

Los que sobran no es literatura elevada, es literatura muy simple. La recomiendo a todo el que guste de buenas historias y pluma ágil, no se arrepentirán.

Y aquí lo encuentran

1 comentario:

lagrimasyculpa dijo...

Muy buen libro, me atreví en Filsa con autores desconocidos, y esta vez elegí a Mario Silva. En cuanto al libro hay una serie de flash back que remiten al pasado oscuro de alguien que en cuentra la cordura siendo paramédico, luego de haberse rodeado de malas juntas en el pasado. Como dices ambientado en los sectores periféricos de Santiago.
Respecto a la segunda historia,el retrato de los robos y la gente del bajo pueblo te hacen cómplice de sus acciones que a pesar de ser malas te las traspasan. El final es sorprendente ¡¡ y muy clásico de esta obra, la ambivalencia y el claroscuro siempre presente en ambas novelas


te invito a conocer mi blog:

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